lunes, 2 de julio de 2012

Comienzos

Se acostumbra a que, cuando se empieza a escribir, la primera letra sea mayor que el resto. Y que no haya nada detrás. El comienzo sea esa letra, y de ahí siga lo que queramos que ocurra, que vaya evolucionando.

¿Pero qué ocurre si no partimos de cero? ¿Si no tenemos esa "gran mayúscula" a la que no le antecede nada? ¿Realmente no estamos creando un comienzo?

Quizás la habilidad esté en saber crear nuevas grandes mayúsculas, conceptualmente diferentes y que no crean nada detrás. Pero para eso hay que aprender mucho, y redactar muchos comienzos, hasta que uno de ellos realmente lo tomemos como nuestro y lo vivamos con autenticidad y convicción.

Siempre tenemos la oportunidad de un nuevo comienzo, de crear una nueva historia. Y no tiene por qué haber nada detrás. Lo que sí debemos mantener de "detrás" es lo aprendido, y convertirlo en herramientas que hagan este nuevo comienzo, un verdadero comienzo.

Y en eso estamos.

En sacar lo aprendido en anteriores comienzos, que no son pocos. Y crear uno nuevo, con una gran mayúscula que marque el principio de un nuevo periodo, una nueva etapa.

Y no debemos olvidar lo pasado, pero no tenerlo siempre presente. Aunque es inevitable. Las emociones salen a flote, vienen de la mano de antiguos recuerdos, que salen por matices que se repiten. Pero no lo olvides, no es igual. No es el mismo momento, no eres la misma persona. No es la misma situación.

Crea tu nuevo comienzo.



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