Ante este planteamiento, me quedo con dos tweets recién leídos en @EscueladeCoach :
"¿Estoy sumando o restando con la actitud que tengo en este momento?"
Según he leído (y vivido) en los últimos años, muchas veces resulta fácil ser pesimista, estar decaído, dejarte llevar por las contrariedades. Si resulta fácil encontrarse bien cuando todo va bien, más fácil resulta encontrarse mal cuando todo va (parece ir) mal.
"... y si en lugar de "problema" lo llamo "desafío"?"
Un problema, según la RAE, lo definimos como (entre otras definiciones):
1. m. Cuestión que se trata de aclarar.
Y Desafío se define como:
desafiar.
(...)
2. tr. Contender, competir con alguien en cosas que requieren fuerza, agilidad o destreza.
4. tr. Enfrentarse a las dificultades con decisión.
Por tanto, no hay que irse muy lejos para verlo claro: "Problema" simboliza dificultad, duda. Sin embargo, "Desafío" implica enfrentarse, luchar...
Por tanto, no hay que irse muy lejos para verlo claro: "Problema" simboliza dificultad, duda. Sin embargo, "Desafío" implica enfrentarse, luchar...
¿Qué resulta más sensato?