martes, 7 de agosto de 2012

Orgullo

Es un concepto que tiene diversas formas de enfocarse. Hay quien lo utiliza como algo positivo: "estoy orgulloso de ti", "siento orgullo por mi gente".

Pero hay otra forma de verlo, que es la que más me llama la atención, que es de mi interés en este preciso momento. ¿Es realmente una representación de exceso de afecto por uno mismo? En la RAE se define como arrogancia, pero creo que hay más detrás de ello.

Detrás del orgullo se disfraza la inflexibilidad, la falta de habilidad para acercarse a lo que no es uno mismo, e intentar comprender la situación. A la propia sobreprotección por no saber defenderse ante una situación conflictiva. Miedo a ser herido, a hacerse daño, a exponerse a la debilidad.

¿Es acaso todo esto cualidades positivas en el ser humano?

Realmente, a mi me preocupa. El orgullo es algo que prevalece en demasía en el propio ser humano. ¿Por qué refugiarse en el orgullo y no acentuar otras cualidades? ¿Tan difícil resulta acercarse al otro, escuchar al otro, observar al otro? ¿Tan difícil resulta reconocer que por mucho daño que nos hayan hecho, podemos hacer daño nosotros? Aquí se abriría otra interesante línea de discusión que retomaré más adelante.

Para mí el orgullo equivale a reclusión, a coraza. Aspectos que te hacen perder la auténtica riqueza de las relaciones con los demás. Algo que no te permite abrirte y mostrarte con tus virtudes y defectos, con tus potencialidades y debilidades. Algo que te hace recluirte y excluir lo importante. Porque si importa, porque si duele, es importante en tu vida. Y eso hay mucha gente que lo olvida.


No hay comentarios:

Publicar un comentario